Un Legado de Excelencia en Aceite de Oliva Virgen Extra
En el corazón de Monterrubio de la Serena, un pintoresco municipio en la provincia de Badajoz, se encuentra La Milagrosa de Monterrubio, S.C.L., una cooperativa que ha sabido combinar con maestría la tradición oleícola de Extremadura con las técnicas más innovadoras para producir un aceite de oliva virgen extra de calidad excepcional. Fundada en 1990, esta empresa no solo es un pilar económico para la región, sino también un símbolo de la dedicación y el respeto por un legado que se remonta a más de dos siglos. Hoy, La Milagrosa de Monterrubio es sinónimo de excelencia, sostenibilidad y pasión por el aceite de oliva, valores que la han llevado a ser reconocida tanto en España como en mercados internacionales.
Una Historia de Tradición e Innovación
La Milagrosa de Monterrubio nació con un propósito claro: preservar la esencia del olivar tradicional extremeño mientras se adaptaba a las exigencias de un mercado moderno. Desde sus inicios, la cooperativa ha apostado por un modelo de producción que fusiona el saber ancestral de los olivareros locales con métodos contemporáneos, garantizando así la pureza y la calidad superior de su aceite. Este enfoque ha permitido que cada botella que sale de sus instalaciones lleve consigo el sabor único del terruño de La Serena, una región bendecida con un clima y un suelo ideales para el cultivo de aceitunas de la más alta calidad.
La cooperativa forma parte de la prestigiosa Denominación de Origen Protegida (DOP) Aceite Monterrubio, un sello que certifica no solo la procedencia del producto, sino también el cumplimiento de rigurosos estándares de calidad. Este compromiso con la excelencia se refleja en cada etapa del proceso productivo, desde la cuidada selección de las aceitunas hasta el embotellado final.
Producción Ecológica y Sostenible: Un Compromiso con la Tierra
Uno de los aspectos más destacados de La Milagrosa de Monterrubio es su firme compromiso con la sostenibilidad.
La cooperativa produce aceite de oliva virgen extra 100% ecológico, lo que significa que en todo el proceso de cultivo y elaboración se evitan químicos y aditivos, respetando así el medio ambiente y ofreciendo un producto puro y natural. Este enfoque no solo protege la biodiversidad de la región, sino que también asegura que los consumidores disfruten de un aceite libre de residuos, con todos los beneficios saludables que esto implica.
La ubicación de los olivares en Monterrubio de la Serena es clave para la calidad del aceite. La combinación de un clima mediterráneo con influencias continentales y un suelo rico en minerales proporciona las condiciones perfectas para el desarrollo de aceitunas con un perfil organoléptico único. La recolección de las aceitunas se realiza de manera selectiva, siguiendo los estándares de la DOP, lo que garantiza que solo se utilicen frutos en su punto óptimo de maduración. Este meticuloso proceso es fundamental para obtener un aceite de baja acidez y con un sabor equilibrado, caracterizado por sus matices frutados y toques almendrados.
Marcas que Reflejan Calidad y Diversidad
La Milagrosa de Monterrubio ofrece una gama de aceites que satisfacen las necesidades de un mercado exigente y diverso. Entre sus marcas más destacadas se encuentran:
Don Aceitel y Montemilagros: Representan la esencia de la tradición, con aceites que destacan por su equilibrio y versatilidad en la cocina.
Montebio: La joya ecológica de la cooperativa, ideal para aquellos consumidores que buscan un producto orgánico sin comprometer la calidad ni el sabor.
Estas marcas son el resultado de una cuidadosa selección de aceitunas de las variedades "cornezuelo" y "picual", que aportan respectivamente notas afrutadas y un toque picante al aceite. Disponibles en diversos formatos, desde elegantes botellas de cristal hasta prácticas garrafas, estos productos se adaptan tanto al mercado nacional como a los exigentes paladares internacionales.
Reconocimientos que Avalan la Excelencia
El compromiso de La Milagrosa de Monterrubio con la calidad no ha pasado desapercibido. En 2021, la cooperativa fue galardonada con menciones de honor en la IV Cata Concurso de Aceites de Oliva Virgen Extra de Badajoz, un certamen organizado por la Diputación de Badajoz y el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (CTAEX).
Tanto Montemilagros, en la categoría convencional, como Montebio, en la ecológica, fueron reconocidos por su excelencia, consolidando la reputación de la cooperativa en el sector.
Además, en 1998, La Milagrosa de Monterrubio recibió un premio en el certamen "Alimentos de Extremadura Extrema Selección", un reconocimiento temprano que marcó el inicio de una trayectoria de éxitos y que hoy, más de tres décadas después, sigue siendo un testimonio de su dedicación a la calidad.
Un Sabor que Cruza Fronteras
La calidad del aceite de La Milagrosa de Monterrubio ha trascendido las fronteras españolas, llegando a diversos mercados en Europa (Francia, Alemania, Bélgica, Italia) y Latinoamérica (México, Brasil, Colombia). En estos países, el aceite es apreciado por su sabor único y su compromiso con la sostenibilidad, lo que refleja el prestigio internacional de la marca.
Mirando al Futuro con Pasión y Compromiso
Con más de 35 años de experiencia, La Milagrosa de Monterrubio continúa mirando hacia el futuro con la misma pasión que la impulsó en sus inicios. La cooperativa se mantiene fiel a su misión de producir un aceite de oliva virgen extra que honre la tradición de Extremadura, al tiempo que abraza la innovación para mejorar continuamente sus procesos y productos. Este equilibrio entre lo antiguo y lo nuevo es lo que permite a La Milagrosa de Monterrubio seguir siendo un referente en el sector oleícola, tanto en España como en el mundo.
En conclusión, La Milagrosa de Monterrubio, S.C.L. es mucho más que una productora de aceite: es un símbolo de cómo la tradición, la sostenibilidad y la búsqueda constante de la excelencia pueden converger para crear un producto que no solo deleita los sentidos, sino que también cuenta la historia de una tierra y su gente. Cada gota de su aceite es un tributo a la rica cultura oleícola de Extremadura y un recordatorio de que, cuando se cuida la tierra, esta devuelve sus frutos con generosidad.
